La Zambomba

La zambomba es una de las celebraciones más genuinas de la festividad navideña andaluza. De carácter religioso o profano, lo cierto es que los villancicos fueron en su origen. A partir del siglo XIX Andalucía lo dotó con ese sello personal, aflamencándolos poco a poco. Las letras no solo tratan temas sobre pasajes bíblicos, si no que nos cuentan situaciones de la vida cotidiana.

La Zambomba tiene una diferencia fundamental con el resto de las fiestas flamencas, ya que es una celebración con un fuerte carácter participativo. Mientras que en el resto de fiestas y juergas hay una clara segmentación grupal entre actores o protagonistas, cantaores/as, tocaores y bailaores/as. En las Zambombas todo el mundo participa cantando o tocando algún instrumento. De esta forma pierde el carácter individual del cante flamenco, para convertirse en un canto a coro al que se dota de un aire aflamencado.

En Conil durante todas las navidades se celebran por todo el pueblo distintas zambombas, bien en plazas, como la Plaza España, o en otras. Las asociaciones benéficas celebran también esta fiesta típica, en las que la entrada siempre es gratuita y donde existe una barra con precios populares para beber, comer y colaborar con las distintas causas. Pero si bien es cierto que Conil tiene mucha actividad en navidad con el tema de las zambombas, la cuna de las zambombas es Jerez. Desde el 2015 se aprobó la declaración de la zambomba de Jerez como Bien de Interés Cultural, al considerarse “una de las expresiones culturales navideñas de mayor interés etnológico de la comunidad autónoma”.

Esta declaración reconoce el valor turístico y cultural de la zambomba como una de las principales señas de identidad de Jerez y de toda Andalucía.